CRÓNICA DE LOS CAMPEONES
Ésta ha sido nuestra tercera participación consecutiva en un nacional de nuestra amada modalidad, agua dulce grandes peces (carpfishing). Pensábamos que gracias a tener una cierta experiencia los nervios y la ansiedad no nos afectarían como en ocasiones anteriores, pero no fue así, como mínimo un mes antes empezaron las mariposas en el estómago. Las ganas de que diera inicio la prueba podían conmigo, por motivos labórales y familiares sólo pudimos entrenar en dos ocasiones en el escenario, para los entrenos escogimos las zonas de Santo Cristo Y Chacón Viejo entre las cinco que la organización nos facilitó como posibles zonas finales. Nuestros compañeros de selección también pudieron entrenar en alguna ocasión y con sus conclusiones y las nuestras pudimos sacar una estrategia inicial dependiendo de la situación que nos encontráramos.
No sé si llamarlo premonición o buenas sensaciones, pero sabía que este año llevábamos una gran selección y confiaba que íbamos hacer un buen papel. Las parejas que puntuaban por selecciones, Marc Muñoz. Josep Rosanas y Ruben Nuñez, Francisco Cejudo estaban en un gran momento de forma y por suerte el escenario lo conocemos bien.
Llega el gran día y nos dirigimos a Caspe para estar a la hora de concentración en el hotel Magallon, los nervios estaban a flor de piel y ya teníamos ganas de saber la suerte que nos depararía el sorteo. Sobre las 14:00 horas empieza el sorteo y mi hermano no quiere ni verlo así que sale fuera de la sala. Primero se sortean los pescadores de alta competición, categoría en la que partíamos en cuarto lugar. Sale nuestra bola y nos toca el sector C, Ceiton, en ese momento me salgo de la sala. Pensé que la suerte no nos había sonreído porque todos los comentarios que se hicieron los días anteriores de la zona no fueron buenos y era una zona en la que nunca habíamos pescado. Así que esperamos en la calle que terminara el sorteo y que nuestro capitán nos dijera el puesto exacto. Cuando salió nos dijo que nos había tocado el C1, una punta y eso casi siempre es bueno.
Llegamos al pescante y lo primero que hicimos es estudiar lo que se ve a primera vista, la zona era muy escarpada, con mucha piedra suelta y una bajada fuerte hasta el agua. En cuando la competición lo permitió, papel en mano empezamos a sondear todo nuestro pescante. En cuando acabamos de sondear mantenemos una reunión con mi hermano de más de 20 minutos sobre la estrategia que íbamos a utilizar en el inicio de la prueba y después de varias discrepancias amistosas decidimos poner un trípode en el límite derecho del rin y hacer un cebadero bastante conservador a una distancia aproximada de unos 90 m. donde encontramos 8 m. de profundidad. Las dos cañas restantes las ponemos a la izquierda en una distancia de 50 m. en al cual ya encontrábamos la máxima profundidad de 8 m. En la parte izquierda no nos importaba tanto la distancia ya que por suerte estábamos en punta y no teníamos nadie a nuestra izquierda que nos pudiera cortar la pesca en esa distancia.
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Artículo completo publicado en la revista CarpMAG #19.
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