Llevo tiempo pescando carpas en río, pero al final, cansado de pescar los mismos puestos y que me quitasen el cebadero, decidí probar otros tramos de rio. Tocaba pues dedicar un poco de tiempo a explorar otras zonas y ver posibles puestos. Por suerte, dichas zonas las tenía ya pensadas, así que algo de trabajo había hecho ya.
PESCAR EN RÍO
Me acerqué con el coche a los tramos de río que tenía controlados, para estudiarlos con más detenimiento. Me metí por caminos de tierra, por sitios imposibles, había zonas muy complicadas debido a la gran cantidad de vegetación existente. Tendría que hacer otra aproximación.
La solución fue meterme con el kayak. Esto me permitiría ver el río “desde dentro”, ver los puestos interesantes y de paso incluso sondear. Vi varios puntos en el río que me parecieron interesantes, con profundidades entre 7 y 8,5 metros, que para como vienen los ríos de bajos, eso es una barbaridad. Pero los descarté, porque eran inaccesibles desde orilla y quedaban muy lejos de cualquier camino. Encontré otro puesto, más accesible pero menos salvaje. Bien, sería una buena opción para probar.
La jornada de pesca sería el domingo, así que decidí cebarlo el jueves y el sábado. El primer día cebe contundentemente con pellets de pescado de 22 mm, boilies salados de varios sabores y Frolic. Mi idea era ir acostumbrando a los peces a estos cebos. El día antes cebé con el Spomb, usando varios kg de maíz, chufa, pellets, boilies y Frolic. La suerte estaba echada.
Como era un tramo nuevo no sabia la densidad que habría de peces y el tamaño de los mismos.
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Artículo completo publicado en la revista CarpMAG #24 noviembre 2017.
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