El domingo pasado fuimos al embalse de la Fernandina, situado en la provincia de Jaén.
Decidimos ir a éste en concreto, porque es otro embalse en el cual se puede andar bien para pescar desde orilla, aunque en éste sí que permiten pescar con otros medios,como por ejemplo, desde pato o embarcación.
Al contrario de Iznajar, en este embalse los peces son más difíciles de engañar y a mi personalmente, no me suele dar muchas alegrías. En cambio, este domingo, ha sido sorprendente…
Llegamos a primera hora de la mañana, comprobé que no hacia aire y decidí poner mi paseante, un par de lances y… ¡De repente mi caña se dobló! Al recoger mi sedal ya notaba que pesaba bastante y al ver que el pez no saltaba para intentar soltarse del anzuelo (los black bass lo suelen hacer), pensé que podia ser un lucio. Fue entonces cuando me di cuenta de que no llevaba bajo de linea, ¡por lo que en cualquier momento se podia cortar el sedal!
Empecé a recoger poco a poco y con mi caña bien inclinada para que no destensara en ningún momento, ¡por fin lo traje a la orilla y efectivamente era un precioso lucio de casi 6 kilos!
¡Fue alucinante pescarlo a superficie!
Aprovechando la actividad de los bases en la superficie, mi compañero siguió pescando con paseante. De repente, en una zona donde no había más de 3 ó 4 metros de profundidad, vimos una sombra negra que se iba acercando poco a poco a su señuelo y en cuestión de segundos sintió una parada en seco y su caña empezó a tirar.
¡Peleaba muchísimo y cuando al fin llegó a la orilla pudimos ver que era una bonita carpa!
Fue un día muy divertido y una pesca muy variada… nos hicimos con un lucio, una carpa y tres bases en total.