Webcarp Carpfishing en España
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Muchos de nosotros, ya desde los primeros meses del año nos arrimamos a las orillas heladas con el deseo de que empiecen a sonar las alarmas, pero habitualmente esto suele tardar. Más todavía si ha hecho mucho frío los días o las semanas de atrás.
En mi caso no he podido disponer de mucho tiempo, pero pude pasar unas mañanas pescando en un canal alimentado por el Ebro. Aquí el agua suele estar más tranquila y me facilita la pesca en gran medida. Aún así han tenido que pasar tres o cuatro sesiones para poder sacar mi primera carpa invernal. La verdad, es que el río en las primeras sesiones estaba muerto, no se veía movimiento en ninguna parte y seguramente los peces estarían inmóviles en el fondo sin nada más que hacer…
En esta última sesión las cosas parece que habían mejorado, la temperatura había subido y pude ver algún movimiento en superficie que me animó mientras preparaba el equipo.
El cebo que elegí fue algo simple y presentado en una pequeña bolsa de PVA. Coloqué un pellet con un poco de flotabilidad y un toque visual con la intención de llamar la atención alguna carpa madrugadora.
Sobre el lugar a pescar, suelo hacerlo en diferentes zonas, tanto en lo más profundo del canal, como en las orillas, zona que especialmente me gusta ya que creo que los peces la suelen recorrer en busca de comida, aún a principios de año, bien sea buscando unos grados más de temperatura cuando sale el sol o simplemente buscando un alimento más accesible.
No me gusta cebar nada en estas épocas, creo que los peces sólo se mueven unas horas al día, dan un pequeño paseo y vuelven a su inactividad, así que un cebo llamativo y breve creo que es una buena opción.
Con todo esto en marcha, no pasó ni una hora cuando oí un chapoteo en el agua, miré y sólo pude ver la onda de un pez sobre la zona donde había lanzado mi caña derecha, pensé… podía ser una carpa… a ver si hay suerte…
Con esa idea en la cabeza empecé un breve paseo hacia el otro lado del canal, ojeando tranquilamente la orilla. Al poco rato tuve que echar a correr, mi caña de la derecha estaba sonando y no paraba de sacar hilo aguas abajo. Clavé y muy contento empecé a disfrutar del pez. ¡Ya llevaba unos meses sin capturas y ahora estaba lleno de ilusión!
La carpa buscó la orilla en varias ocasiones, pero con un poco de paciencia y obligándole a buscar el cauce central, pude sacarla a una zona más cómoda, la pelea terminó felizmente y así pude empezar otra nueva temporada.
