Esto es la pesca de la carpa y ésta es la filosofía que seguimos:
NUESTRA FILOSOFIA
PUNTO 0. Buen humor, compañerismo y pasarlo bien. La pesca es la mejor válvula de escape para olvidar nuestros problemas cotidianos y sentirnos a gusto con nosotros mismos y nuestros amigos.
1.- Desenganche por rotura. Si durante el transcurso del combate el pez rompe el hilo y arrastra en su huida todo el aparejo, está condenado si el plomo se engancha en cualquier obstáculo. Para evitar esto, nuestros montajes estarán pensados para que el plomo se libere en el caso que este quede enganchado en el fondo, o que se deslice por la línea en situaciones de rotura de ésta. Así, el pez podrá moverse con relativa libertad hasta que se desprenda el anzuelo y quede totalmente libre.
2.- No alargar excesivamente la lucha con el pez. Intentaremos que la captura no se prolongue demasiado tiempo. No estamos refiriéndonos a sacar al pez del agua lo antes posible, de manera salvaje. Tenemos que trabajarlo para domar su fuerza, pero sin recrearnos demasiado. Devolveremos el pez al agua en mejor estado físico si la captura se ha realizado en el mínimo tiempo aconsejable. Para ello nuestro material será el adecuado para mantener la lucha con el pez en estas condiciones. Evitaremos hilos muy finos que, para evitar riesgos de rotura, nos obliguen a alargar la lucha, ni carretes ni cañas que no puedan soportar el empuje de las grandes carpas.
3.- Utilización de una sacadera correcta. El uso de una sacadera inadecuada, por el tamaño o por la constitución de la malla, puede dar al traste con nuestra predisposición de no causar daños al pez. Por tanto, utilizaremos un salabre de tamaño grande, adecuado al tamaño de las capturas que queremos realizar, y de una malla específica para carpas. Con ello evitaremos los enganches de las aletas del pez, que pueden romperse y posibles descamaciones.
4.- Utilización de moqueta de recepción. Tras recoger el pez con la sacadera, no podemos depositarlo en cualquier lugar. Tengamos en cuenta que se trata de peces de gran tamaño y por tanto de gran peso. Dejarlo sobre terrenos duros, o peor, con piedras, puede ocasionar lesiones al pez mientras se resiste cuando intentamos sacarle el anzuelo. Por tanto utilizaremos una moqueta de recepción de material blando, donde se amortigüen los golpes que el pez pueda dar contra el suelo. Esta moqueta tendrá un doble forro, para que podamos cubrir al pez y protegerlo del sol. Siempre evitaremos colocar al pez sobre su barriga, para no ocasionarle daños internos debido al peso. Disponerlo sobre un costado es la mejor posición tanto para el pez como para nuestro manejo. Es importante que la moqueta esté bien horizontal, y si el terreno está inclinado, podemos calzarla con piedras o troncos para que no esté inclinada. Las bañeras modernas son una buena solución para mantener al pez al abrigo y mojado, pero cuidado con que el pez no salte fuera de ellas.
5.- Sacrificar el anzuelo. Casi todas las capturas que realizamos, vienen con el anzuelo ligeramente clavado en el labio inferior del pez, gracias al sistema del hair. Normalmente aunque los anzuelos lleven muerte salen fácilmente y dejan sólo una pequeña herida limpia y sin desgarros. Lamentablemente algunas veces el anzuelo atraviesa el labio de tal forma que es prácticamente imposible extraérselo, sin provocarle un desgarre. Como no queremos provocarle ningún daño innecesario, cortaremos la punta del anzuelo por debajo de la muerte, así el anzuelo saldrá fácilmente y el pez no sufrirá. De vez en cuando es necesario sacrificar alguno de nuestros anzuelos, pero merece la pena hacerlo.
6.- Mantener el pez siempre húmedo. Cuando manipulemos la carpa fuera del agua lo haremos lo más rápido posible. En todo el proceso intentaremos siempre que la carpa se mantenga húmeda. Previamente habremos mojado la moqueta de recepción pues en contacto con tela seca la carpa perdería su mucus protector. Mientras preparamos todo para realizar la foto taparemos el pez con un saco húmedo para protegerla del sol, mientras tanto no esta de más ir tirando agua encima. Haciendo las cosas correctamente evitaremos traumatismos a la carpa para que su vuelta al agua sea en las mejores condiciones posibles.
7.- Sujetar correctamente al pez. Para hacer la foto de la carpa debemos sujetarla de la forma más segura posible para evitar que el pez caiga de nuestras manos, y nunca introducir los dedos en agallas, ano, boca o presionar los ojos. La técnica más adecuada para sujetar el pez a la hora de hacer la fotografía es; colocar las manos en la parte ventral e introducir la aleta anal y la aleta pectoral exterior entre nuestros dedos, procurando no doblar hacia delante ésta última. El pez reposará en la palma de nuestras manos como base. No es conveniente ni elevar demasiado el pez, ni alejarlo de nuestro cuerpo, pues en estos casos, si el pez realiza algún movimiento, es más fácil que pueda caer. Lo más indicado es mantener el pez cerca de nuestro cuerpo para en caso de desequilibrio al elevar el pez, poder sujetarlo contra nuestro tronco para evitar que éste caiga. Aquí hay que hacer hincapié en una de las acciones que todo aficionado realiza antes de la devolución del pez al agua: la foto de recuerdo. ¡Es correcto hacernos unas pocas fotos para tener un recuerdo del pez que hemos capturado y no un book de docenas de imágenes, ya que nuestra filosofía es causar el menos daño y estrés al animal! Por tanto no debemos mantener al pez fuera del agua durante mucho tiempo para conseguir la fotografía que buscamos, a espensas de su salud.
8.- Curación de heridas. Muchas veces durante la lucha el pez roza contra piedras del fondo u otros obstáculos que pueden causarle heridas. Aunque creamos que sean leves, una vez dentro del agua se pueden infectar y pueden afectarla. Escamas que se sueltan, pérdida de mucosidad, etc. También al sacar el anzuelo podemos ver que no ha quedado un corte limpio, sino una herida de no muy buen aspecto. Debemos hacer lo posible por curar al pez, pues de nada sirve liberarlo si lo hemos dejado en unas condiciones que pongan en riesgo su vida. Por tanto emplearemos un desinfectante para proteger las zonas donde apreciemos cortes, desescamaciones o ulceras. Prácticamente todas las marcas ofrecen actualmente productos adecuados para este proceder.
9.- Llevar el pez al agua de forma segura. Para soltar al pez, no lo llevaremos en brazos, sino con la moqueta o un saco de retención para que en el trayecto no pueda caer al suelo.
10.- Pesca sin muerte. Creemos en la pesca deportiva, pescar por el placer de la lucha con el pez, la confrontación de fuerzas, el desarrollo de la astucia para lograr vencer su desconfianza. Nos embarga un sentimiento de gratitud hacia el pez que hemos capturado, por las emociones que nos ha ofrecido, por la manera en que ha luchado por su vida. Y nosotros no podemos hacer menos que devolvérsela, no podemos tratar mal a quien tanto nos ha dado. Por tanto, devolvemos el pez al agua, para que se recupere y en un futuro próximo, con más peso, vuelva a darnos tantas satisfacciones.
11.- Devolver el pez al agua en las mejores condiciones. Después de la lucha el pez está exhausto. No podemos abandonarlo a las aguas en estas condiciones, presa fácil de cualquier depredador o susceptible de poder herirse debido a la dificultad de sus movimientos. Por tanto lo mantendremos en el agua con nuestras manos, desplazándolo hacia delante y atrás para que entre agua en sus agallas, ayudándole a respirar. Lo mantendremos recto hasta que se recupere y por si mismo se escape de nuestras manos.
12.- Respeto al medio ambiente. Además de practicar la pesca sin muerte, nuestra máxima debe ser mostrar un respeto absoluto al medio ambiente. Por donde nosotros hemos pasado no debe quedar huella, todo debe mantenerse como lo hemos encontrado, evitando a toda costa dejar basura, encender fuegos o dañar árboles y animales. Con ello aportaremos nuestro granito de arena, pero lo que es mas importante, daremos ejemplo a otros y sólo así podremos en el futuro disfrutar del regalo que nos ha hecho la naturaleza.