El tamaño y el peso de las carpas que capturaba en esta gravera a 3 minutos de mi casa me importaba poco… cada pez era un verdadero reto ya que la población de peces era escasa y la leyes restrictivas: pesca con una caña, sin ardillón, y cebado prohibido al igual que la pesca nocturna. Nunca he sido un specimen hunter, ni jamás he intentado serlo. Cada carpa capturada en mi vida me ha aportado un placer inmenso… y eso continua. ¡Una emoción que no se expresa en kilos!
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